miércoles, 22 de junio de 2011

Semana 16. La estrategia de difusión de Zemos 98

Gestión Creativo Cultural es el apellido que utiliza ZEMOS98 para situar su ámbito de trabajo y oferta de servicios.

Es un equipo de trabajo que investiga, programa y produce contenidos relacionados con educación, comunicación y creación audiovisual: …“vivimos en la sociedad red y por eso convergemos y nos asociamos temporalmente, tejiendo relaciones y generando micro-comunidades”. En la cabecera de su página de entrada, remarcan que “Zemos98 es cultura libre, procomún y remezcla”.

El resultado más evidente de esas relaciones a las que hacen referencia es el Festival Internacional ZEMOS98. Además de este, que es su proyecto más conocido, a lo largo de su vida activa han desarrollado otros trabajos y actividades a través de lo que ellos denominan “células productivas” en los ámbitos de: • Programación Cultural, • Comunicación, • Educación y • Audiovisual.

Lo cierto es que, antes de iniciar el trabajo de esta semana, no conocía esta organización ni el Festival que organizan ni nada cercano a Zemos98. Me ha parecido un proyecto fascinante y que bien podría ser el objeto de estudio para una tesis (o tesina) como colofón de este curso que ya se acaba.

Como digo, no conozco a fondo Zemos98, pero, indudablemente, uno de sus puntos fuertes en estrategia de difusión es tener un Festival Internacional que le da una proyección “presencial” que muy pocos proyectos pueden poseer. Un festival multiplataforma y perfectamente adaptado a la cultura digital que cada día va imponiéndose en nuestro día a día. La difusión en redes sociales, la televisión, los podcasts de radio, los blogs del equipo y colaboradores, etc. sin duda tienen un efecto multiplicador importante, pero nada como un Festival presencial en el que las personas que colaboran, trabajan, aprenden, o simplemente observan en el entorno de Zemos98 pueden desarrollar un contacto personal que otros proyectos es imposible.

Las cuatro “células” de trabajo –citadas anteriormente– en las que desarrollan sus actividades y proyectos poseen todos los ingredientes que demanda el futuro, lo cual es, sin duda, una gran estrategia de  difusión.

Apoyarse en el procomún (la cultura libre, el dominio público, compartir, participar, inteligencia colectiva...) y las dinámicas de lo micro (los afectos, las políticas culturales, las periferias sociales, nuestras redes de afinidad) me parecen también muy buenas estrategias.

Realizan una constante revisión del entorno para adaptarse a los nuevos medios digitales y a la demanda y gustos cambiantes de la sociedad… sobre todo en un mundo digital mucho más acelerado y dinámico. Este es posiblemente el enfoque más innovador, más que proponer alternativas ante los retos.

Utilizan de forma exhaustiva Facebook, Twitter, Flickr, YouTube, Dailymotion y Blib.tv, y en menor medida están presentes en myspace.com y delicious.com.

En cuanto al “modelo de negocio”: “Su posición dentro de ese mercado [gestión cultural] fluctúa, por tanto, de acuerdo con una gran cantidad de variables, tanto globales como locales. Se configura una oferta de producto y servicio que está atenta a las nuevas tendencias, pero que incluye una potente visión social de movilizar e impregnar a la ciudadanía con sus propuestas”.

Hasta aquí creo haber incluído sus mayores aciertos en cuanto a estrategia de difusión de Zemos98.
Para este trabajo se nos pide también una reflexión sobre acciones que consideremos necesarias para incrementar su reputación digital y, a este respecto, debo decir que estoy algo más perdido, y me explico: como he comentado al principio, antes de esta semana, no conocía la existencia de este proyecto-equipo de trabajo. Ha sido una semana intensa de leer en su página e investigar en muchos de los enlaces a los que encaminan desde allí. Como también he resumido, el uso de redes sociales que hacen es muy extendido, pero no lo conozco a fondo y, en todo caso, y visto lo visto, me hago una pregunta: ¿es baja su reputación digital? Yo diría que no... Por plantear algún “pero” a su presencia digital, podría decir que su diseño de web es un poco espartano, pero seguro que para muchos, esta presentación es más clara y precisa que muchas otras en las que te pierdes a base de supérfluos detalles de diseño que lo único que consiguen es despistar al visitante.

Para finalizar, resumo en 2 pequeños bloques las líneas de investigación en las que se mueven y algunas de las etiquetas que aplican a sus proyectos-trabajos.

Líneas de Investigación:
  • Experimentación en narrativas audiovisuales y digitales.
  • Cultura libre, archivo y remezcla.
  • Políticas culturales e innovación.
  • Educomunicación cultural y alfabetización en medios.
  • Tecnologías aplicadas a la cultura: investigación en software y hardware.
Etiquetas:
  • Audiovisual Integrado: todo lo que está ocurriendo en la red.
  • Educación Expandida: la educación puede suceder en cualquier momento y en cualquier lugar.
  • Comunicación en Beta.
  • Experimentación Narrativa: formatos.
  • Innovación en Software y Hardware: soportes y herramientas.

http://cultura-abierta.blogspot.com/2011/06/semana-16-la-importancia-de-ser-visible.html

miércoles, 15 de junio de 2011

Semana 15. Innovación Abierta… ¿cómo conseguir el dinero?

Me parece apasionante un proyecto como El Cosmonauta. Desde su planteamiento como película “a la vieja usanza”, pasando por su realización transmedia, sus finales opcionales y, como no, su modelo de financiación –con todo lo que hay en medio del proyecto, que es mucho y muy variado–, creo que es un ejemplo de innovación abierta absoluto. Esto no quiere decir que sea el único posible, al contrario, los proyectos creados según la innovación abierta se caracterizan, precisamente, por eso, por ser susceptibles de incorporar cosas nuevas, más ricas, imaginación, nuevas ideas, etc.
Desde luego que es un proyecto cerrado, con fechas de inicio y final… pero entiendo, primero, que todavía puede crecer: tiene un componente crowdsourcing que está en manos de terceros, una parte de colaboración con los patrocinadores que se desarrollará o no si estos muestran interés, el apartado ARG (Alternate Reality Game) aún por desarrollar y la Remix Experience, que ya ha dado resultados excelentes pero que todavía puede aumentar mucho más… y segundo, considero que es un proyecto escalable, pero que ya está escalado por los creadores: todo el plan de financiación es un ejemplo de previsión y cálculo excepcional.
Entrando en la materia de la pregunta formulada para esta semana, tengo que decir que me encontraría más cómodo con un caso más concreto. Hablar de … “otro tipo de producto, no cerrado, sino susceptible de crecer y ser escalable, sin un final concreto…” me resulta, cuando menos, muy difícil. Con un ejemplo concreto, con cierta acotación en sus características, sería posible plantear fórmulas de financiación. Como he comentado en la pregunta anterior, no es lo mismo un proyecto que pretende sacar al dominio público la grabación y partitura de las Variaciones Goldberg de J. S. Bach, el que conocemos de El Cosmonauta, u otros productos diferentes que, según los materiales que he ido leyendo esta semana, tienen distintos desarrollos según el fin que persiguen.
Dentro de esta misma línea de argumentación, hemos podido ver estos días lo diferente que es un proyecto para crear una empresa, el planteamiento de un documental para una ONG o la grabación y comercialización de un disco de un particular. Cada uno de estos productos tienen, el mismo fin –conseguir el dinero necesario para su realización–, pero diferente planteamiento en su desarrollo.
En cualquier caso (y volviendo a la cuestión fundamental de este ejercicio), mi primer paso sería elegir bien entre una de las opciones posibles en función del tamaño del proyecto: crear una web específica (caso de El Cosmonauta), o utilizar alguna de las webs especializadas en microfinanciación. En ambos casos haría un uso exhaustivo de las redes sociales para su publicidad. Buscaría las mejores fórmulas para recompensas (eso siempre anima a aportar algo y yo no soy partidario de pedir la colaboración a cambio de nada) y, si el proyecto lo permitiera, trataría de hacer una buena red de colaboradores crowdsourcing para hacerlo crecer todo lo posible.
Solo quisiera hacer una última reflexión que me ronda por la cabeza desde hace ya un tiempo. Se trata de que, si mi memoria no falla, el cowdfunding lleva inventado muchos años ¿no? Recuerdo ahora a muchos niños (yo mismo, cuando internet no existía y los ordenadores eran personas que ordenaban cosas) haciendo las famosas “cuestaciones de la Cruz Roja”, o “contra el Cáncer” con unas huchas redondas y blancas, agitándolas para llamar la atención de los adultos, y, poniendo en la solapa de los donantes unas pegatinas… Esas pegatinas eran entonces los “créditos” de aquella película.

http://cultura-abierta.blogspot.com/2011/06/semana-15-financiacion-20.html

sábado, 11 de junio de 2011

Semana 14: La economía Long Tail

Desde hace unos cuantos años, se viene produciendo –lo decimos desde el primer post de este curso– un gran cambio en los usos culturales a nivel mundial y, muy especialmente, en Norteamérica y Europa. Cómo han evolucionado estos cambios en cada país o área cultural es y ha sido motivo de innumerables estudios, análisis, conferencias, discusiones, etc.
En el pasado, cuando la situación era muy diferente, surgió un modelo de negocio basado en grandes éxitos y que fue el predominante durante muchos años –y que hoy en día todavía está vigente, aunque con mucha menos implantación–. Este modelo está totalmente protegido por las leyes de propiedad intelectual (lo que comúnmente llamamos Copyright) y es de carácter muy restrictivo. Esta fórmula de “grandes éxitos” está basada en la explotación y venta de unos pocos productos (de mucho éxito) a mucho público. Para entender este mecanismo, tenemos que verlo desde nuestra perspectiva actual. Hoy en día, todos (o muchos de nosotros) tenemos acceso a millones de bites de información gracias a internet. Esto, hace solo unos pocos años, no existía. Antes, para dar a conocer un libro o un grupo de música o una película al gran público hacía falta una gran inversión en publicidad y distribución: periódicos, radio, televisión, copias “físicas”, transporte, almacenaje, etc. Esta gran inversión tenía que ser amortizada en el más corto período de tiempo posible lo cual se conseguía con la venta masiva. Todo este conglomerado es lo que forma el modelo de “grandes éxitos”. Sin embargo, hoy en día, muchos se han dado cuenta de los cambios a los que aludía anteriormente: digitalización, internet, su difusión, implantación, velocidad, etc. y eso ha provocado un vuelco en los usos y costumbres del público: ya podemos acceder a casi cualquier tipo de contenido en tiempo real, hay éxitos musicales que están en internet antes que en las tiendas de discos, libros que se filtran a la red antes de que sean publicados por las editoriales… Todo un fenómeno que, ni con una legislación restrictiva, es posible contener. No es que esté a favor de que ocurra esto, en absoluto, pero, como otros dijeron antes que yo, “no se pueden poner puertas al campo”.
Todos estos avances han supuesto una (r)evolución en la distribución de contenidos que están afectando sin duda al modelo tradicional de “grandes éxitos”. Un ejemplo de ello es la batalla tan enconada que las sociedades de gestión han llevado a cabo para conseguir la implantación del Canon Digital, esa “vergüenza nacional” que nos hace a todos “supuestos delincuentes”, no respeta el uso privado de los soportes digitales y grava –nadie sabe por qué– la copia privada de artículos comprados legalmente. Algunos dicen que es solo una “solución parcial y transitoria” para mantener a flote a una industria que no se ha adaptado a los cambios… Mi punto de vista es otro: ¿por qué no usan el dinero que ganaron en su día a espuertas para acometer dicha adaptación...?
Volviendo al tema que nos ocupa, todos los avances de la tecnología han posibilitado que hoy en día se pueda prestar atención a los nichos de mercado que antes era casi imposible por el coste económico que eso suponía. Estos nichos de mercado están formados por todo el material cultural (y de otras esferas del consumo) que no son “grandes éxitos”. Esos artículos ahora pueden estar –de hecho lo están– al alcance de un click. Son los agregadores y buscadores los que tienen la misión de conectar a quienes escriben un libro, interpretan una canción o crean una película, con los clientes potenciales que puedan estar interesados en dicho material. Y eso es lo que Chris Anderson bautizó en 2004 como la “Larga Cola”. Un modelo de distribución basado en la digitalización de contenidos, su publicación en la web y la interconexión con los posibles clientes.

Estoy convencido que, durante un tiempo –que no me atrevo a precisar–, todavía persistirá el modelo anterior… sus resultados económicos en su día fueron excelentes y, a día de hoy, sin serlo en la misma medida, todavía pueden dar mucho de sí. Además, todavía se puede sacar partido de las infraestructuras en las que se invirtió hace ya un tiempo. Pero lo que no cabe duda es que muchos de esos usos y costumbres están cambiando y lo seguirán haciendo en el futuro. Y los negocios seguirán siempre adaptándose a esos cambios.

http://cultura-abierta.blogspot.com/2011/05/semana-14-distribucion-en-la-red.html

lunes, 6 de junio de 2011

Semana 13: CAMON, sus usuarios, sus prosumidores…

Hablar de CAMON es una auténtico placer. Tuvimos la suerte de visitarlo recientemente en un encuentro que organizamos algunos de los alumnos de este curso en Madrid. A mí particularmente me sorprendió mucho la cantidad y calidad de la tecnología que ofrecen sus instalaciones. También es un centro autorizado de Apple en el que se dan cursos de diversas aplicaciones y/o habilidades: Final Cut Pro / Express, diseño en HTML, en PHP, diseño y animación en 3D, uso del Mac, programación con Javascript, apps. para iPhone/iPad, fotografía, marketing, formación para ONGs, etc… Sorprende ver su página web donde la oferta es mucha y muy variada. En un ciclo que llaman “minimúsica” se presentan discos y/o se hacen conciertos (en formato quasi-acústico) en los que se crea una atmósfera muy especial, tanto por la cercanía física con los artistas como por la cercanía sicológica que se crea en el espacio.
Los modelos de relación que se establecen entre CAMON y sus usuarios entiendo que son de 2 tipos: una relación pasiva para aquellos que asisten a las actividades que se organizan –y que podríamos considerar 1.0– como meros receptores/consumidores y otra activa –que llamaremos 2.0– en la que los usuarios además de consumidores se han erigido como productores –de ahí el tan traído y llevado nombre de prosumidores–. Cualquier persona puede usar libremente las instalaciones y sus medios técnicos, acceder a los contenidos de su web, sus cursos, etc. pero también puede proponer cursos u otras actividades susceptibles de ser realizadas con sus medios. Es en esta creación y uso y consumo simultáneos de continentes y contenidos donde el prosumidor alcanza su máxima proyección y desarrollo. Y es esta versión de usuario prosumidor la que se potencia desde CAMON: encuentra, experimenta y comparte lo que tienes dentro para que otros puedan también aprender, disfrutar y compartir tus experiencias.
Es realmente un modelo de Innovación Abierta en la Gestión Cultural… –eso me suena–… Tiene un cierto paralelismo con MediaLab Prado y otros centros de tecnología abiertos al uso de diferentes públicos, pero quizá este tenga un contenido más “popular”, más cercano al ciudadano medio. Realmente es un ejemplo que esperemos que se extienda por otros ámbitos y en un futuro no muy lejano, podamos tener centros tecnológicos de alta capacidad al alcance de todos.

http://cultura-abierta.blogspot.com/2011/05/semana-13-hacia-un-nuevo-modelo-de.html

miércoles, 1 de junio de 2011

Semana 12: Manifiesta, de lo global a lo local…

Mi amiga Sarai me recompensa en esta ocasión poniendo ante mí la oportunidad de implicarme en un proyecto apasionante: la coordinación y desarrollo de Manifiesta 9 –a celebrar en Limburg, Bélgica, en 2012– en el entorno local, encaminada hacia una apertura en el proceso de participación de la muestra. Realmente es un reto y tengo que ponerme las pilas para no fallar… Sarai ha dicho de mí maravillas y debo estar a la altura.
Acotando el timing del evento, haré un calendario de acciones para conseguir los objetivos marcados. El primer paso a dar, tras un exhaustivo trabajo de documentación sobre la ciudad, su historia, sus gentes, y, sobre todo, su realidad cultural, será reunirme en varias fases con todos los colectivos “implicables” e instituciones culturales, con el fin de convencerles de la conveniencia del evento y su futura rentabilidad para la ciudad y su entorno. Por mi experiencia en procesos de gestión anteriores, debo de tener en cuenta que “lo contemporáneo” no es precisamente un artículo fácil de vender (en el sentido más general de la palabra). Gran parte del arte contemporáneo actual se sostiene gracias a las subvenciones institucionales. Solo a través de algunas fundaciones privadas se sustentan colecciones y museos dedicados a artistas ya consagrados. Convencer a sectores privados de que inviertan su dinero en la exhibición de arte contemporáneo no es fácil, sobre todo porque la propia subjetividad de la percepción del arte hace desconfiar a los posibles mecenas. En todo caso, voy a contactar con el mayor número de artistas posible de todos los ámbitos, de forma que sea lo más participativo posible: artistas plásticos de todas las disciplinas, fotografía, moda, escultura, arquitectura, música, teatro, cine, … Cuanta más gente haya implicada, más posibilidades hay de que la muestra se extienda más allá de los meses de exhibición “oficial”. Hay que convencer a todos de que las ciudades creativas avanzan más y mejor que el resto.
Trataré de crear comisiones de trabajo sectoriales que aporten ideas, seleccionen y organicen la muestra. Por supuesto, se hará una página oficial del evento que irá informando de las diferentes fases de desarrollo del mismo.
Un estudio urbanístico de la ciudad nos orientará sobre espacios usables y espacios recuperables. La idea de que, tras Manifiesta 9, quede para la ciudad un museo de arte contemporáneo con espacios para la pintura, la escultura, la música, el grafiti, la creación audiovisual, etc. seguro que es bien acogida por todos los sectores participantes e incluso por la población en general
Una labor fundamental para lograr adhesiones es convencer a aquellos sectores que, no estando directamente implicados, se van a ver beneficiados de una u otra forma: turismo, hostelería, transporte privado y público, etc.
Aunque no voy a citar ninguna cláusula concreta, la Agenda 21 de la Cultura y los documentos complementarios que aportan ideas para su implementación, incluyen muchas sugerencias aplicables a este caso. Será un documento de trabajo muy importante para mí.

http://cultura-abierta.blogspot.com/2011/05/semana-12-expansion-del-entorno-para-el.html

sábado, 21 de mayo de 2011

Semana 11: Maldito parné… y otras “resistencias”

(espero que no me reclamen el pago de derechos de autor por citar este pequeño fragmento de la conocida canción “María de la O”).

Cualquier sector que ha vivido años de prosperidad y expansión, cuando viene una época de vacas flacas (sea cual sea la razón) pone en marcha los mecanismos de defensa necesarios para intentar mantener dicha situación o, si no es posible mantenerla, sí al menos, minimizar el efecto de la recesión. En este caso se trata de las industrias culturales que, afianzadas en la expansión que este sector ha ido experimentando desde su surgimiento a mediados del siglo XX, y sustentadas sobre métodos y soportes de otras épocas, han encontrado en la era digital, el azote de una serie de cambios que han afectado profundamente su base económica. El sector profesional de la cultura se ha acomodado a vivir al abrigo de leyes y normas que protegen fuertemente la creación contra la copia y la libre distribución. La digitalización de contenidos, fenómeno que se ha impuesto en nuestra era de forma imparable, pone seriamente en peligro dicha protección. El Copyright (© o derecho de copia) es el símbolo que indica que una obra está protegida contra la copia y distribución y la podemos equiparar a la “propiedad industrial”, implantada en ese sector y representada por las patentes. El fin que se persigue es el mismo: proteger las ideas y las creaciones en beneficio de quien las ha “inventado”. En definitiva, y para no extenderme mucho, diré que el fin de estas normas proteccionistas es canalizar el dinero generado por las creaciones hacia sus dueños.
Esta idea que, a priori, me parece legítima, pierde su razón de ser cuando, en el terreno cultural (que es el que nos ocupa) se convierte en lo que parece la mitificación de una deidad. Los músicos en general son artistas que no hacen otra cosa que copiar lo que han oído antes, aportar su personalidad en forma de variaciones (ritmo, armonía, texto, etc) y publicarlo de nuevo, con otro aire, otra forma, simplemente para ganar dinero. El resultado, si hay suerte, es que con pelotazos como “La Macarena” (una sola canción que es una copia casi exacta de otra canción de Desmadre 75, allá por el año 75), alguien se puede hacer millonario. O el insufrible Georgi Dann quien, a día de hoy, sigue viviendo (y no lo debe de hacer mal) de canciones que escribió hace más de 20 años.
Y esto, amigos, es profundamente injusto. Reconozco plenamente a todos el derecho a vivir de su trabajo, faltaría más, pero no a costa de recaudar, sin ningún tipo de límite, de los contribuyentes: comercios, radios, particulares (canon digital), etc, durante más de 70 años. Recordemos que cuando surgió el Copyright, el tiempo de protección de derechos era de 15 años desde la creación de una obra. Hoy en día este período se extiende hasta 70 años después de la muerte de su creador.
Considero que estamos, claramente, ante la sobre-protección de un derecho que debería considerarse amortizado mucho antes.
Las razones de esta “resistencia” de las industrias culturales son, desde mi punto de vista, económicas. Son muchos los millones de euros los que están en juego… Confío en que, de forma civilizada, encontraremos el equilibrio entre los derechos de unos y otros.
No olvidemos que estamos en una sociedad interconectada por innumerables lazos. El sector inmobiliario, el precio del suelo (ojo con los ayuntamientos aquí), la publicidad, el sector bancario, etc. Todo lo que sucede en un sector, repercute en el resto de forma inevitable e inmediata. Quien tiene un bar tiene que cobrar cada cortado pensando, no solo en el precio de coste del café, la leche y el azúcar, sino teniendo en cuenta el alquiler o amortización del local, el pago a la SGAE, el IBI, etc. Si todos los sectores quieren ganar mucho en poco tiempo, el resultado son burbujas de crecimiento incontrolado que, al final, nos estallan en la cara.


http://cultura-abierta.blogspot.com/2011/05/introduccion-en-un-concepto-tradicional.html

martes, 17 de mayo de 2011

Semana 10: La Ley Sinde (que no es una ley)

Hablar de la Ley Sinde no es fácil, sobre todo porque ya se ha escrito mucho sobre ella, y lo más probable es que ya esté todo dicho. No obstante voy a hacer algunas reflexiones al respecto que me han surgido en estos intensos días en los que he estado leyendo e indagando en la red y otros medios con el objeto de documentarme un poco para este trabajo.
No puedo comenzar el trabajo sin hacer una mención especial al origen de esta “reforma” legislativa. Parece que está demostrado que todo este lío viene precedido por las presiones que el gobierno norteamericano ha ejercido sobre el español para que pudiera en marcha esta ley (también aquí hay información al respecto). Estas presiones no tienen otro objeto que alargar más allá de lo sostenible una situación de privilegio de las industrias del entretenimiento. Y no es de extrañar; estos lobbies acostumbran a presionar cuando están a punto de perder cualquier tipo de privilegio (véase la ampliación de la Ley Sonny Bono).
Por otra parte, si algo he aprendido en mi estudio, es que los defienden la Ley Sinde, lo están haciendo con argumentos falsos:
  • La piratería vulnera los derechos de los creadores/artistas. Falso. Como dice Juan Gómez Jurado: La piratería no existe. Los piratas son muy pocos y apenas ganan dinero con sus actos. Son las propias entidades de gestión, con su incapacidad de adaptarse a la nueva situación, las que está haciendo que la gente, harta de pagar cantidades inmorales (y durante mucho tiempo) por productos que no lo valen, traten de conseguir gratuitamente dichos productos…
  • La creación puede morir si se permite la piratería. Falso. Si algo se ve cada vez más en la red y en otros foros es creatividad. Cientos de nuevas ideas, formas/modelos de negocio, inventos, etc. se cuelgan en páginas web.
  • Se está destruyendo la industria cultural. Falso. Lo único que está provocando su crisis es precisamente el proteccionismo de los viejos modelos de negocio. Quizá sí que se estén destruyendo (autodestruyendo diría yo) las grandes industrias que, para mantener sus privilegios, aplastan a cualquiera que quiera innovar y hacerse un hueco en la nueva ciber sociedad. Pero es muy probable que haya llegado su fin, el fin de su ciclo productivo.
Y tomando postura, que de eso se trata, diré que estoy en contra. Y no lo estoy porque crea que está bien la copia de materiales sin pagar. Creo, estoy convencido de ello, que los derechos de autor deben existir y su regulación debe defender a los creadores, igual que la regulación de patentes protege la propiedad industrial. Si no se incentiva de alguna forma la creación y la invención, estamos abocados al estancamiento y al fracaso. Pero, de defender dichos derechos a favorecer una industria que, aprovechando una situación heredada y mediante precios abusivos y plazos de tiempo absolutamente inmorales ya es multimillonaria –y trata de seguir siéndolo a costa de leyes que, a priori entienden que todos somos delincuentes potenciales por el simple hecho de navegar por la red–, hay un trecho muy largo. Asuntos como el canon digital deben ser inmediatamente anulados por injustos… ¿a alguien se le ha ocurrido que el ayuntamiento de Madrid (por poner un ejemplo) nos cobrara 120 € al entrar en la ciudad “para cubrir las posibles infracciones en materia de aparcamiento”?
En cualquier caso, y yendo a lo fundamental del asunto, nadie va a poder evitar que la gente copie contenidos (salvo que se les ocurra poner los CDs a 200 € / unidad y los discos duros a 6.000 € los 500 GB… espero que nadie lea esto y saque ideas). La red, para bien y para mal (que de todo tiene) está ahí y nadie va a poner puertas al campo –frase muy manida pero de plena actualidad–. Son la educación (en el más amplio sentido de la palabra) y, sobre todo la adaptación a los nuevos tiempos, lo que hará que cada sector de la sociedad disfrute de sus derechos y deberes de la forma más justa posible. En una etapa en la que conseguir una canción, un libro o una película están a un click de distancia, se me antoja que será la bajada de precios a cotas razonables, la que conseguirá que la sociedad asuma el papel de los creadores –debidamente remunerados por su trabajo– como parte importante del motor que impulsa el progreso hacia adelante.
Para este pequeño argumentario he leído mucho material. De todo él, reflejo aquí solo una pequeña selección. En los diferentes artículos se explica de forma mucho más experta que la mía algunos de estos razonamientos:
-Juan Gómez Jurado: La piratería no existe
-Enrique Dans: Preguntas y respuestas sobre la Ley Sinde (mi versión)
-Alex de la Iglesia: discurso Gala Premios Goya 2011
-Marc Vidal: Libre no es gratis

http://cultura-abierta.blogspot.com/2011/04/semana-10-propiedad-intelectual-y.html